De poetas y los borrachos
Los poetas y los borrachos
se enamoran fácilmente de las madrugadas
y estoy comenzando a sospechar las causas
Los mejores vinos, los mejores amigos y las putas
se cultivan a esas altas copas de la noche,
nuestras mejores canciones, son hijas del alba
Tal vez la certeza del día gastado y
la esperanza crepuscular del día que avanza,
se combinan de forma misteriosa y cercana
Quizás la madrugada sea el comienzo de todo
porque los obreros con el canto del gallo se levantan
y a esas mismas horas algunos,
lamentamos los amores perdidos
los que no fueron, los que no pudieron, los que no quisieron
los amores perros y los amores chantas
De madrugada nos preguntamos
para qué sirve la vida
y descubrimos la maravilla de estar vivos
o el ensueño de imaginar que nos aman,
el acertijo de adivinar la próxima aventura
o el alma tibia, evaporándose por los poros,
entre jadeos y nostalgias
o con las manos crispadas, aferrando silencios que hablan
recuerdos que son fantasmas, dolores que ya no calman
Algo contundente tienen las madrugadas,
esa hora en que todo está cerrado,
menos el cielo y el alma
cuando cubiertos de luna y vino,
enterramos lo pasado, aquello que molesta y cansa
y arrancamos esperanzados
el trecho de vida que nos falta
Formosa 27 de julio de 2025
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